martes, 15 de septiembre de 2009

ENTREVISTA CON CLAUDIA LÓPEZ

Por:

Andrés Felipe Vanegas Carmona
Cristhian Mauricio Burgos Torres
Carlos Alberto Caicedo Enríquez.


La dulzura que irradia el brillo de sus ojos, contrasta con la agudeza de sus comentarios cuando, en tono impetuoso, no duda en afirmar que los destinos de Colombia los dirige un ‘para-Estado’. Ella es Claudia Nayibe López. La mujer que con sus indagaciones ayudó a revelar los estropicios ocasionados por la influencia paramilitar en el Congreso colombiano. La misma que, con una sencillez que impresiona, es reconocida por buena parte del país como una aguerrida investigadora cuyas pesquisas han puesto en evidencia las alianzas pactadas entre las autodefensas y sus representantes en el Parlamento.

Columnista de EL TIEMPO y politóloga, Claudia López actualmente hace parte de la Misión de Observación Electoral, MOE, organización encargada de supervisar la veracidad de la información electoral que, a través de los medios de comunicación, reciben los ciudadanos.

En entrevista exclusiva a SOBRE LA HUELLA, ésta bogotana ofrece una completa radiografía sobre el actual panorama político de nuestro país en donde, entre otras cosas, según ella, el paramilitarismo crece a la par con el narcotráfico, a propósito del auge de bandas de ex paramilitares que, según informaciones recientes de la Defensoría del Pueblo, ascienden a 82 tras las desmovilizaciones, y las cuales estarían operando en 141 municipios de 25 departamentos. Noticia que no han tenido mayor resonancia entre los principales medios de comunicación colombianos.

Ustedes estudiaron los riesgos electorales hace algún tiempo y de hecho los denunciaron a nivel nacional. Teniendo en cuenta que el próximo año Colombia tendrá elecciones presidenciales, ¿cómo están esos riesgos en este momento?

Claudia López: Esa es justamente la tarea que estamos realizando. Yo estoy colaborando con el observatorio político de la Misión de Observación Electoral MOE. Tenemos presencia en 18 departamentos y uno de ellos es Quindío. Y fíjese que falta casi un año para las elecciones y estamos viajando por todo el país realizando jornadas de reflexión con profesores, estudiantes, periodistas, dirigentes, para que nos cuenten un poco como es el mapa político, porque buena parte de los riesgos electorales ocurren de los intereses y los actores que se dan en la política.

Esperamos poder tener, estadística electoral, estadística de las acciones de los actores armado y lectura del mapa político. Y con esos tres insumos, a finales de año, vamos a producir un informe nacional que cubra los 18 departamentos, comentando los riesgos y cómo creemos que se deben mitigar.

Usted habla de una toma violenta de la mafia al poder. ¿Cuál es la responsabilidad que tiene el gobierno en este caso?

Todos los políticos son responsables sobre las personas con las que gobiernan… todos los políticos, sin excepción. Hoy sabemos con plena certeza que el 35% de las curules del congreso fueron tomadas por la fuerza con coacción armada, fraude electoral, etc, por diferentes organizaciones armadas. Ya sea narcotráfico, paramilitarismo. Entonces, yo creo que los ciudadanos tenemos que exigir a los gobernantes que no gobiernen con las personas que se tomaron el poder de manera violenta.

Mi gran llamado y mi gran crítica al presidente Uribe es que no gobierne con quienes se tomaron el poder de forma violenta. Una persona con tanto prestigio y capacidad política, como de hecho lo posee, puede perfectamente escoger con quién gobierna y con quién no. Y lo que a mi me decepciona es que el 90% de los parapolíticos sean parte de la coalición de gobierno del presidente Uribe. ¿Por qué gobierna con criminales el presidente Uribe?, si sabemos que tiene el respaldo, la popularidad y la capacidad de gobernar con personas que tengan vínculos con los criminales.

No hay representaciones gratis, esos criminales no van a tener las cuotas burocráticas o la representación en el congreso en función de intereses legítimos.

¿Es una responsabilidad legal?


Es una responsabilidad política, legal y ética. Si la ética falla tiene que cumplir la ley, eso no es optativo para un funcionario público y mucho menos para un jefe de estado. Y yo creo que hace parte de cumplir la ley no gobernar con personas que son elegidas por intereses criminales. Y si gobierna con ellas tendrá que responder ética política y penalmente.


El 35% del Congreso f
ue infiltrado por el paramilitarismo. ¿Cómo se puede explicar que esta organización en menos de 15 años obtuvo tanto poder, mientras que la guerrilla en más de 50 años de lucha no lograra lo mismo?

Muy buena conclusión. Lo que las cifras demuestran, efectivamente, es que el paramilitarismo logró en quince años lo que la guerrilla no ha logrado en sesenta. Tomarse una parte sustancial del poder político por las armas, ese es el propósito de la guerrilla. Eso que no lo ha logrado la guerrilla, por fortuna, si lo obtuvo el narco paramilitarismo. ¿Por qué?. Porque los mecanismos que debían servir de control a esa pretensión lo que hizo fue ayudar en el ascenso. La clase política tenía que funcionar como filtro y controlar dicho ascenso. Pero lo que hicieron fue aliarse con ellos para mantenerse en el poder.

Las élites económicas, fundamentalmente rurales, aunque también urbanas, deberían haber financiado la fuerza pública para protegerse a ellos y a la democracia. Lo que hicieron fue contratar con el narcotráfico su seguridad.

Los medios de comunicación y la investigación académica, por miedo o cobardía, se calló y evito denunciar lo que estaba viendo. Y la fuerza pública que era el garante para proteger legítimamente a los ciudadanos, lo que hizo fue aliarse con el narcotráfico y el paramilitarismo para supuestamente derrotar al comunismo.

Entonces, todos los mecanismos que debían servir de control al ascenso del paramilitarismo, la fuerza pública, los políticos y las elites económicas, lo que hicieron fue colaborarle en su tarea. Es por eso, no porque sean genios. Es porque “lograron capitalizar esas ventajas”, que fueron capaces de llegar al lugar que ocuparon.


La guerrilla en cambio no tiene esas ventajas. La guerrilla tiene un gran rechazo social. Un político que se alíe con ellos tiene un altísimo costo donde lo descubran. Primero judicial, y segundo político. Hay rechazo social, judicial, tienen confrontación armada legítima, persecución de la justicia y tienen bloqueo de los actores políticos a ser infiltrados por la guerrilla, en su inmensa mayoría.

¿Por qué la guerrilla no ha podido obtener el poder de los paramilitares? ¿Será que Mancuso es más genio que Cano? No. Lo que pasa es que Mancuso tuvo las ventajas que Cano no tiene. Por eso no se han podido tomar el poder. Los paras y el narcotráfico no tuvieron persecución ciudadana, social y tampoco hubo control político. Por eso llegó a tener el 35% del poder.

En algunas zonas del país se observa la aparición de Águilas Negras. Desde ese ángulo se podría decir que el paramilitarismo se está rearmando?.

El paramilitarismo desde los 90`s fue una cobertura política del narcotráfico. La gran ventaja que tuvo el paramilitarismo en Colombia es que era una agremiación de narcotraficantes, fue un proyecto mafioso de expansión, que supo usar y sacarle jugo al discurso contra insurgente, y al descontento con las FARC para legitimarse política y socialmente.

Creer que el paramilitarismo era un proyecto de autodefensa contra la guerrilla, es como creer que la guerrilla es el ejército del pueblo. Es una foto igual de distorsionada y falsa. De manera, que aquí lo que se está rearmando y reorganizando, una vez más, como en su momento el paramilitarismo, es el narcotráfico, que no cesa. Es una amenaza que continúa, que crece. Esa es la gran amenaza, sea paramilitarismo o como se llame, Águilas Negras, son en ultimas ejércitos privados al servicio del narcotráfico, sin duda.

Lo que ocurre, es que tienen propósitos e intereses políticos. Que sean del narcotráfico, no quiere decir que no tengan estos intereses.

¿Ve en este momento un perfil presidenciable que le pueda competir al presidente Uribe?

El mito de que no hay quien pueda derrotar la presidente es eso…un mito. Pero también creo que el propósito de la democracia colombiana no puede ser derrotar a Uribe. La democracia se tiene que circunscribir a construir propósitos nacionales, a recomponer unos pactos legítimos para proteger esta sociedad, para reconstruir el estado, fortalecer la fuerza pública, la justicia. Para eso se necesita hacer campaña, y yo si creo que hay candidatos, por supuesto, capaces de liderar el debate público. Entonces yo si creo que hay gente para derrotar al presidente Uribe, pero no creo que el gran propósito de las elecciones y la democracia sea derrotar a un hombre, sino construir el estado democrático que necesita Colombia.


Foto 1: Cambio.com

Foto2: Elespectador.com