lunes, 27 de octubre de 2008

“EL CHILPO”

Por: Carlos Alberto Caicedo Enríquez

En el 2001 viajé de nuevo a Puerto Asís, Putumayo, después de vivir dos años en Armenia. En Julio de ese año pase a vivir en la parte rural, exactamente en El Cuembí. Este corregimiento está a una hora de Puesto Asís, y para llegar, hay que cruzar el río Putumayo en bote.

Este recorrido es maravilloso, pues se observa el cauce del río Putumayo en todo su esplendor, puntas de tronco en medio del río, y encima de ellas aparece una tortuga tomando sol, o una hermosa ave que alardea con el colorido de sus plumas. Luego de todo esto hay que abordar una chiva.

El Putumayo es un paraíso natural muy similar al Amazonas. Tiene grandes ríos, atardeceres únicos, comparable con el lienzo de un buen pintor, en el que predomina el rojo, el gris, el azul, y muchos colores que se mezclan en un oleo natural conocido como el cielo, que se posa de una manera magistral a lo largo de los diferentes ríos que posee esta región.

Este departamento cuenta con diversidad de cosas positivas. Bueno, también coca, sustancia por la cual nos estigmatizan. Quiero contar que fueron muchas las ocasiones que observe el proceso de su producción. En el campo putumayense se habla con total normalidad de la coca, se realizan trueques con ella, por mercados, gallinas u otras cosas. Inclusive podría hablar de “cultura cocalera”, pues son cerca de 25 años de actividad en este campo.

En esta parte lejana se viven grandes historias como la del “Chilpo”, guerrillero miliciano del frente 48 sur de las FARC. De él se rumoraban muchas cosas, como por ejemplo: que tenía “pacto con el diablo”, pues mataba salvajemente a sus víctimas, aunque lo extraordinario no es esto, sino que al parecer lo emboscó el ejercito varias veces para atraparlo o darlo de baja, y estando a punto de lograrlo se escapaba.

“El Chilpo” era un hombre indio de 1.80 cm. de estatura aproximadamente, algo gordo y de rostro hostil. Viajaba siempre en motocicleta a gran velocidad por las carreteras del área rural del “puerto”, como se le suele llamar a Puerto Asís.

En esta región de belleza natural, cuando se escuchaba rugir una motocicleta se decía: -Por ahí viene “El Chilpo”- ¿A Quién irá a matar?

Al principio yo sentía mucho temor, la piel parecía de gallina y un frío intenso rondaba todo mi cuerpo. En algunas ocasiones pasó cerca de mí, saludaba moviendo la cabeza hacia arriba, mientras yo bajaba la mirada, y continuaba mi camino con el polvo de la carretera de frente, ocasionado por la motocicleta de “El Chilpo”.

Con el paso del tiempo comencé a perderle el miedo. Continuamente lo encontraba por el camino al colegio, levantaba su cabeza en señal de saludo. Yo alzaba la mano y fingía una sonrisa. A pesar de esto nunca llegue a hablar con él.

En una ocasión “El Chilpo” en compañía de otros milicianos, valiéndose de su agilidad, entraron al sector urbano de Puerto Asís y de una manera audaz secuestraron la dueña del “Minicentro”, el supermercado más grande y popular del municipio, trataron de huir, y en la salida del pueblo, dicen que se enfrentó a cinco policías, que le dispararon a quemarropa, sin embargo él salió sin un solo rasguño. Él hirió a uno de los uniformados. La noticia se extendió por todo el departamento, y así “El Chilpo” cobraba más popularidad. En Cuembí se rumoraba que le habían pagado 500 millones de pesos por la liberación de la mujer secuestrada.

En el 2004 me gradué como bachiller y decidimos volver a Armenia para vivir definitivamente en otro paraíso natural, ahora en el centro del país. De “El Chilpo” siempre supe que seguía en las mismas, matando y sembrando temor el en “puerto”. El 15 de marzo del 2007 informaron por RCN, que el ejército había dado de baja en el área rural de Puerto Asís al guerrillero alías “El Chilpo”, por quien ofrecían sesenta millones de pesos.

Aquí se cumple el dicho “el que a bala mata a bala muere”. Tarde pero le llegó su hora, o como dirían en el campo del puerto… a “el Chilpo” se le acabó el contrato con Satán.

Carlos Alberto Caicedo Enríquez

Enriquez331@hotmail.com

Foto2: blog.mediotiempo.com

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La historia de Colombia está llena de este tipo de historias... pero, en mi concepto, faltó más investigacion...

Anónimo dijo...

muy interesante el ecrito

mauricio plaza dijo...

"El chilpo" mi primo que en paz descanse!!